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Cómo reconocer las contracciones en tu perra y qué hacer al respecto

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como saber si mi perra tiene contracciones
Tiempo de lectura: 7 minutos

La llegada de nuevos cachorros a la familia siempre despierta una mezcla de emociones: expectación, nerviosismo, emoción. Sin duda, es uno de los momentos más conmovedores para los amantes de los animales. Pero este acontecimiento, aunque natural, requiere un entendimiento profundo de la gestación en perras para garantizar el bienestar tanto de la madre como de los pequeños. Sumérgete conmigo en este mundo fascinante y prepárate para ser el mejor apoyo durante el nacimiento.

Comprendiendo el ciclo reproductivo de las perras

Una perra no es simplemente un “perro en miniatura”; su sistema reproductivo es complejo y su proceso de gestación presenta características únicas.

El periodo de gestación en perras es relativamente corto en comparación con el humano. En promedio, dura 63 días, pero puede variar entre 58 y 68 días dependiendo de factores como la raza, la salud y la edad de la madre. A medida que los días pasan, serás testigo de una transformación sorprendente: su abdomen se expandirá a medida que los cachorros crecen y sus mamas se agrandarán y oscurecerán en preparación para la lactancia. Pero no solo notarás cambios físicos; su comportamiento también puede alterarse. Es posible que busque más cariño o, por el contrario, prefiera estar sola, especialmente cuando el parto se aproxima.

Las etapas cruciales del trabajo de parto

Es esencial entender las fases del parto para poder identificar y actuar en caso de complicaciones.

  1. Preparación: Al acercarse la fecha, tu perra puede comenzar a mostrarse inquieta. Es común que busque un lugar tranquilo y cómodo para “anidar”. Podría excavar, mover mantas o simplemente buscar un rincón seguro en casa. En esta fase, es posible observar una pequeña descarga mucosa. Esta preparación puede extenderse hasta 24 horas, y es solo el preludio del gran evento.
  2. Expulsión de los cachorros: Las contracciones, a menudo imperceptibles al principio, marcan el inicio de esta fase. Se vuelven más intensas y frecuentes con el tiempo, culminando con la expulsión de cada cachorro. Aunque puede ser sorprendente, cada cachorro podría tomar de 20 minutos a dos horas para nacer. Es fundamental mantener la calma y observar, interviniendo solo si es necesario.
  3. Expulsión de las placentas: Una vez que cada cachorro ha nacido, la madre debe expulsar la placenta correspondiente. Es vital contar las placentas para asegurarse de que todas hayan sido expulsadas, ya que una placenta retenida puede causar complicaciones graves.

Detectando las señales premonitorias a las contracciones

La naturaleza, en su sabiduría, ha dotado a las perras de signos que anticipan el inicio del trabajo de parto. Algunas pueden tornarse más nerviosas o ansiosas, o podrían buscar un lugar tranquilo y apartado, alejado del bullicio. Un signo clave es la disminución de su temperatura corporal en unas dos grados, aproximadamente 24 horas antes del parto. Mantener un registro diario de la temperatura de tu perra puede ayudarte a prever con precisión el inicio del parto.

Las primeras señales del parto en tu perra: cómo identificarlas y qué esperar

Anticiparse al parto es esencial para garantizar la salud de tu perra y sus cachorros. Para ello, es vital reconocer las señales iniciales que anticipan la llegada de los pequeños. A continuación, exploraremos en detalle los signos previos a las contracciones, cómo identificar las contracciones propiamente dichas y qué esperar en cuanto a su duración y frecuencia.

Señales anticipadas a las contracciones

El cuerpo y comportamiento de tu perra comenzarán a cambiar antes del inicio de las contracciones, alertándote de que el parto se aproxima:

  1. Nerviosismo: Es común que las perras muestren signos de inquietud. Pueden pasear de un lado a otro, raspar el suelo o cambiar constantemente de posición. Estas conductas reflejan su instinto de buscar un espacio seguro para dar a luz.
  2. Refugio: Es posible que busque un rincón tranquilo o incluso intente crear un nido utilizando mantas o ropas que encuentre a su alrededor.
  3. Disminución de la temperatura corporal: Uno de los indicadores más precisos es la caída de la temperatura rectal en aproximadamente dos grados, 24 horas antes del parto. Medir la temperatura diariamente durante la última semana de gestación te ayudará a identificar este descenso.

Reconociendo las contracciones en tu perra

El inicio del trabajo de parto es un momento crucial. Las siguientes son señales de que tu perra está teniendo contracciones:

  1. Movimientos abdominales: Observa cómo el abdomen de tu perra se contrae y relaja en un patrón rítmico. Estos movimientos son señales claras de las contracciones.
  2. Cambios en la respiración: La frecuencia respiratoria de tu perra puede aumentar, y podrías notar que su respiración es más pesada o rápida de lo habitual.
  3. Vocalizaciones: Algunas perras pueden emitir gemidos, gruñidos o incluso aullidos durante las contracciones, especialmente si están experimentando dolor o incomodidad.
  4. Rechazo del alimento: Es común que pierdan el interés en la comida antes o durante el trabajo de parto.
  5. Auto-limpieza: Tu perra podría lamerse la zona genital con más frecuencia, en un intento instintivo de limpieza y preparación para el nacimiento.

Frecuencia y duración de las contracciones

El proceso de trabajo de parto varía de una perra a otra. Sin embargo, hay algunas generalidades que puedes esperar:

  1. Duración del trabajo de parto: El total del proceso, desde las primeras contracciones hasta el nacimiento del último cachorro, puede durar entre 6 y 24 horas.
  2. Espaciamiento inicial: Al comienzo, las contracciones serán menos frecuentes, tal vez con 15 a 30 minutos de diferencia.
  3. Intensificación: A medida que el parto avanza, las contracciones se vuelven más frecuentes y regulares. Podrías esperar contracciones cada 2-5 minutos cuando el nacimiento esté inminente.

Situaciones de alerta durante el parto y cuidados esenciales post-natal

El parto es un proceso natural que, si bien suele transcurrir sin complicaciones en la mayoría de los casos, a veces puede presentar situaciones que requieren intervención inmediata. Aquí te brindamos una guía para reconocer cuándo debes preocuparte y cómo cuidar a tu perra y sus cachorros después del parto.

Situaciones de alarma durante el parto

El proceso de parto, aunque natural, puede presentar complicaciones que exijan atención médica urgente. Las siguientes son circunstancias en las que debes actuar con rapidez:

  1. Contracciones prolongadas sin nacimientos: Si tu perra experimenta contracciones regulares durante más de dos horas y no ha expulsado a ningún cachorro, es una señal clara de que algo no va bien y requiere atención veterinaria.
  2. Agotamiento o dolor extremo: Es normal que tu perra muestre signos de incomodidad durante el parto, pero si la ves extremadamente agotada, con dificultades para moverse o mostrando señales de dolor agudo, no dudes en buscar ayuda.
  3. Hemorragias: Si observas sangrado abundante y continuo, es motivo de preocupación.
  4. Intervalos muy largos entre nacimientos: Si pasan más de 4 horas entre la expulsión de un cachorro y el siguiente, especialmente si sabes que hay más cachorros por nacer, consulta al veterinario.

Atenciones clave después del parto

Una vez concluido el parto, es esencial prestar atención tanto a la madre como a los cachorros para asegurar su bienestar:

  1. Amamantamiento: Verifica que todos los cachorros se acerquen a la madre y comiencen a amamantar. Esto es vital para su nutrición y para recibir el calostro, lleno de anticuerpos que les protegerán durante sus primeras semanas de vida.
  2. Hidratación y alimentación de la madre: Ofrece agua fresca a la madre inmediatamente después del parto y aliméntala con comida de alta calidad, rica en proteínas, para ayudarla a recuperarse.
  3. Entorno limpio: Asegúrate de que la zona donde dio a luz esté limpia y seca. Cambia las mantas o toallas manchadas y proporciónale un espacio tranquilo.
  4. Observación: En los días posteriores al parto, monitoriza a la perra en busca de signos de infección o complicaciones, como secreción anormal, fiebre, inflamación de las mamas, letargo o rechazo a los cachorros.

En resumen

El nacimiento de cachorros es un evento maravilloso y, si bien la naturaleza suele encargarse del proceso, como cuidadores, debemos estar atentos para actuar ante cualquier anomalía. La preparación, la observación cuidadosa y la consulta temprana con un veterinario pueden hacer la diferencia entre un parto exitoso y una situación complicada. Con la información adecuada y el amor por nuestros animales, podemos ser partícipes activos de un proceso de nacimiento lleno de salud y alegría.

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