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Cuidado de las patas de tu perro

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cuidado de las patitas de perro
Tiempo de lectura: 5 minutos

Las almohadillas de las patas de tu perro son la parte más dura de su piel y absorben el impacto y la presión en sus articulaciones al estar de pie, caminar o correr y, debido a su función, son propensas a lesionarse.

El cuidado de las patas de tu perro debe ser parte de su rutina habitual. Una breve inspección del control entre los dedos de sus patas y almohadillas para asegurarte de que estén limpias y libres de barro, suciedad y escombros después de una actividad prolongada al aire libre y de forma rutinaria como parte del aseo regular, ayudará a mantenerlas sanas. Es importante mencionar que las recomendaciones que te daremos a continuación en ningún momento buscan reemplazar la visita a un veterinario, dicho de otra forma estas recomendaciones son solo en caso de emergencia o primeros auxilios para tu mascota.

Lesiones típicas de las patas

Las lesiones típicas de las patas de los perros incluyen: abrasiones, laceraciones, pinchazos, quemaduras y ampollas en la almohadilla de su pata, almohadillas secas y agrietadas y objetos extraños alojados entre los dedos.

Síntomas de una lesión en la pata

  • Sangrado
  • Cojear
  • Decoloración de la almohadilla (es difícil ver si las patas tienen una pigmentación muy oscura).
  • Lamido excesivo y/o masticación de la pata.

Si tu perro muestra alguno de estos síntomas, entonces querrás identificar qué está causando el problema. Ten mucho cuidado al manipular a un perro herido, incluso el perro de modales más suaves puede morder si siente dolor y se siente amenazado por tu toque. Por ello, ponerle un bozal es una buena forma de protegerte de una mordedura.

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Tratamiento de abrasiones, laceraciones y pinchazos

Las almohadillas de las patas de los perros contienen una gran cantidad de vasos sanguíneos, por lo que incluso un corte superficial de la pata puede resultar en lo que parece una gran cantidad de sangrado. El sangrado debería detenerse relativamente pronto después de haber tratado la herida; si no es así, ponte en contacto con un veterinario.

Por otro lado, para abrasiones y pequeños cortes, limpia tu mismo la herida con un lavado y envuelve la pata con un vendaje ligero. Deberás evitar que tu perro lama y muerda el vendaje; una buena manera de hacerlo es colocarle un collar isabelino alrededor del cuello durante unos días. Además, los vendajes húmedos reducen la velocidad de curación y pueden provocar una infección, por lo que debes cambiar el vendaje cada dos o tres días.

Con laceraciones profundas en las patas, lleva a tu perro al veterinario para recibir tratamiento. Suturará (coserá) la almohadilla, la vendará y probablemente aplicará una férula. Sin la férula, cada vez que tu perro ponga su pata en el suelo, la almohadilla se extenderá debido al peso del cuerpo que se aplica a la pata, y es probable que el corte se abra nuevamente.

Quemaduras y ampollas

Las almohadillas de tu perro pueden quemarse y ampollarse fácilmente como resultado de caminar sobre un pavimento caliente o arena caliente. Si observas detenidamente, habrá una solapa suelta de la propia almohadilla o la solapa se habrá desprendido, dejando un parche rojo ulcerado. Lo mejor que puedes hacer es aplicar un lavado antibacteriano y cubrir la pata con una venda hasta que la almohadilla haya cicatrizado. Si tu perro tiene una solapa suelta de la almohadilla, deberás esperar a que se desprenda (lo que pasará por sí solo) o puedes pedirle a un veterinario que se la recorte.

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Almohadillas secas y agrietadas

Las almohadillas de tu perro son naturalmente ásperas. Deben ser así para que tenga tracción cuando necesite girar, correr y detenerse rápidamente. Si las almohadillas se agrietan, son propensas a acumular polvo y escombros, lo que puede causar más lesiones.

Las almohadillas se pueden humectar con una crema especial. Trata de evitar el uso de humectantes para manos humanas, ya que esto tiende a ablandar demasiado las almohadillas y las hace propensas a lesionarse.

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Objetos extraños entre los dedos de las patas

Los culpables más comunes son rebabas, pequeñas piedras y trozos de vidrio, barro seco y también el pelaje enmarañado de tu perro. Por lo general, estos se pueden quitar con un par de pinzas y el pelaje enmarañado se puede recortar hacia atrás.

Si no te sientes cómodo tratando la lesión tu mismo, o la herida no parece estar sanando, un veterinario te recomendará un tratamiento adicional para llevarlo a cabo en casa o te sugerirá que visites una clínica.

Prevención

A veces sucederán accidentes, pero puedes reducir el riesgo de lesiones en las almohadillas de las patas de tu perro si mantienes tu casa y tu jardín libres de objetos afilados y escombros ásperos.

Ten cuidado cuando salgas para evitar peligros como vidrios rotos y otros escombros en las aceras, al caminar sobre áreas con grava durante un largo período de tiempo, o aceras calientes en verano y salir en las carreteras en invierno.

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